La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM) recomienda que todo adulto debe dormir entre 7 a 9 horas diarias, lo que significa que “a los 60 años habrá dormido, al menos, 20 años de su vida. Al no tener conciencia vigil, durante dos décadas nuestro cuerpo habrá hecho cosas de las cuales no somos conscientes”, señala el Dr. Thomas Bornhardt, especialista en Medicina de Sueño de la Universidad de La Frontera.
De acuerdo al también especialista en Trastornos Temporomandibulares (TTM) y Dolor Orofacial (DOF), la humanidad transita por una pandemia de privación crónica de sueño que inicia con la introducción de la luz eléctrica. Esta alta exposición lumínica genera en el cerebro una mala adaptación, la que es capaz de desencadenar diversas enfermedades de sueño, entre ellas, el insomnio.
“Existe una vía anatómica que conecta el fondo del ojo con el centro regulador del sueño del cerebro y que avisa cuando estamos o no expuestos a la luz. Al prender la televisión, teléfono (pantallas retroiluminadas) o una lámpara, el cerebro entiende ese aporte lumínico como luz solar, instándonos a permanecer despiertos. Debido a ello nos cuesta quedarnos dormidos, lo que hacemos cada vez más tarde y durante menos horas”, señala el Dr. Bornhardt.
Las patologías de sueño tienen a generar una baja en las funciones y capacidades neurocognitivas, incluyendo disminución de la memoria, de la atención y de la concentración.
RONCAR NUNCA ES NORMAL
Asociado históricamente al buen dormir, roncar es un fenómeno que no debe pasarse por alto ya que, en la mayoría de los casos, indica la preexistencia de Apnea Obstructiva del Sueño, la que guarda directa relación con la hipertensión arterial.
“El 100% de los ronquidos requiere evaluación, tanto en niños como en adultos. Al disminuir el aire que entra a través de la respiración, las personas hacen pausas respiratorias de entre 10 a 60 segundos (o más inclusive), ciclo que finaliza con un ronquido, síntoma cardinal de la patología. La baja en los niveles de oxígeno causa que el cerebro se micro despierte por 4 a 14 segundos, por lo que nunca llegamos al sueño profundo, no descansamos lo suficiente y nos levantamos con falta de energía”, señala el Dr. Bornhardt.
Se estima que, en lugares sin información de la población con Apnea Obstructiva del Sueño, al menos 1/3 de los accidentes de automovilistas que requieren tratamiento hospitalario, son a causa de la somnolencia y falta de atención generada por esta patología. Asimismo, se relaciona el dormir menos de 6 horas por tres días con una baja en los reflejos, la que es comparable con marcar 0,8 o 1 grado en la alcoholemia.
BRUXISMO DE SUEÑO, UNA CONDICIÓN QUE ALERTA
Ligado a los trastornos del movimiento durante el sueño, hasta hace algunos años el Bruxismo (rechinar los dientes) se asociaba a altos niveles de estrés, lo que ha sido desmitificado, demostrándose que se trata de una señal de alerta de reflujo gastroesofágico, apnea obstructiva del sueño o de una dieta alta en activantes (mate, chocolate, café o azúcares, entre otros).
“El bruxismo de sueño no duele. Asociado al reflujo gastroesofágico, se trata de un mecanismo de autoprotección que nace del movimiento de la mandíbula para salivar más, trabajando como un antiácido natural. Es necesario investigar la causal del dolor, el que generalmente está vinculado a la artritis, artrosis, problemas de la articulación temporomandibular (mandíbula) o músculos, patologías que no guardan relación con el bruxismo, pero que dan cuenta del desgaste y de la calidad del hueso, tal como sucede con una rodilla”.
Estudios también identifican otros tipos de trastornos, como lo son aquellos alimentarios relacionados con el sueño, atracones realizados antes o durante el sueño con pérdida parcial o total de memoria. Al respecto, el Dr. Bornhardt señala que “son personas que están durmiendo, no recuerdan nada, pero tienen motricidad fina, capaces de cocinar. El peligro es que no tienen discernimiento y su consumo de alimentos puede ser extraño, llegando a tener accidentes como beber cloro, colonia, masticar pilas, etc., comen de todo y no necesariamente comida”.
La Apnea Obstructiva del Sueño aumenta el riesgo de:
• Enfermedades cerebro y cardio vasculares, renales, cáncer y diabetes mellitus
• Hipertensión arterial (presente en 2/3 de quienes no responden a tratamientos convencionales)
• Primera causa de cirrosis hepática no alcohólica
• Disminución de la lívido e impotencia sexual (hombre)
Señales de alerta:
• Tendencia a quedarse dormido (reuniones, manejando o conversando)
• Cambio en los patrones de sueño
• Reporte de ronquidos
• Cefalea matutina
• Pausas en la respiración
• Transpiración nocturna
• Nicturia (aumento de ganas de orinar durante la noche)
• Disminución en la memoria, atención y concentración
Escrito por María Carolina Oyarzún Varas
Dirección de Comunicaciones